El bocado más tierno y sabroso que ha salido de una nube de vapor
🛒 Ingredientes (para unas 30 piezas llenas de cariño y ternura cocida)
Para la masa (¡hecha en casa, por supuesto!):
-
2 tazas de harina de trigo sin preparar (la de todo uso)
-
¾ taza de agua caliente (sí, caliente, como corazón en flechazo culinario)
-
½ cucharadita de sal
Para el relleno:
-
350 g de carne de cerdo molida (puede llamarse carne de chancho o puerco molido)
-
1 taza de col china finamente picada (también llamada repollo napa o acelga china)
-
2 cucharadas de cebolla china (parte blanca) finamente picada
-
1 cucharadita de jengibre fresco rallado
-
1 diente de ajo picado fino
-
1 cucharada de salsa de soya ligera
-
1 cucharadita de aceite de sésamo tostado
-
½ cucharadita de sal
-
1 cucharadita de azúcar
-
Pimienta blanca al gusto (puedes usar negra si no hay)
Para acompañar (salsita tentadora):
-
Salsa de soya + vinagre de arroz + unas gotas de aceite de sésamo
-
Opcional: ají picante en aceite, o rodajas de jengibre encurtido
✨ Preparación paso a paso (con ternura y precisión de abanico imperial)
1. Preparamos la masa (sí, con tus manitas mágicas)
En un bowl grande, mezcla la harina y la sal.
Agrega poco a poco el agua caliente (no hirviendo, pero sí bien calientita).
Remueve con palillos o cuchara de madera hasta formar una masa.
Cuando enfríe lo suficiente, amasa sobre una superficie lisa y enharinada por unos 8-10 minutos, hasta que quede suave como cachetito de panda bebé.
Cubre con un paño húmedo y deja reposar al menos 30 minutos.
¡La masa también necesita su siestita zen!
2. Relleno que enamora
En un bowl, mezcla todos los ingredientes del relleno.
Amasa con las manos (limpias, claro 😏) hasta que quede una mezcla pegajosa y bien integrada.
Este paso es clave para que el relleno quede jugoso, así que no te saltes el cariño amasador.
3. Formamos los discos (¡a rodar esa masa!)
Divide la masa en dos porciones.
Estira cada porción en forma de cilindro y córtala en piezas del tamaño de una nuez (de 12 a 15 por rollo).
Con un palote o rodillo pequeño, estira cada pieza en forma de círculo de unos 8-9 cm de diámetro.
El borde debe ser más delgado que el centro (truco ancestral de la abuelita del dragón).
4. Rellenar y cerrar (el arte del origami culinario)
Coloca una cucharadita colmada del relleno en el centro de cada disco.
Dobla en media luna, aprieta los bordes y haz pliegues con amor para que no se abran.
Si se pegan con dificultad, unta apenas con agua los bordes. ¡Nada como un poco de humedad para unir corazones!
5. Vapor de la dicha
Coloca los dumplings sobre papel para hornear (o repollito napa) dentro de una vaporera de bambú o metálica.
No los amontones, que cada uno necesita su espacio para brillar.
Vaporiza por 10 a 12 minutos sobre una olla con agua hirviendo (fuego medio alto, pero sin que el agua toque la base de los dumplings).
6. Sirve y suspira
Acompaña con tu salsa de soya, vinagre y aceite de sésamo.
Sumérgelos con pasión y ¡a gozar!
🧧 Secretos, travesuras y sabiduría del wok
-
¿Sin vaporera? Coloca un colador metálico sobre una olla y cúbrelo con tapa. ¡Improvisar también es arte!
-
¿Col china? Puedes sustituir con repollo blanco común o espinaca escurrida.
-
¿Vegetarianos en casa? Cambia la carne por tofu triturado y hongos salteados.
-
Para congelarlos: colócalos crudos sobre una bandeja con papel manteca, congela y luego guárdalos en bolsa. Al cocinarlos, ve directo al vapor sin descongelar.
🥟 “Un buen dumpling es como un beso robado: suave, jugoso y perfectamente sellado.”
— Chef Elisy Sakura 😘